Oker + PERCUTOR + Lizzies



Madrid – Charada – 12.04.14

    Mucha expectación ante un concierto que había agotado las entradas varios días antes de su celebración, estaba asegurada una gran tarde-noche.
    Con apenas retraso comienza el espectáculo con una de las pocas bandas compuesta íntegramente de chicas. Tomado el nombre de la banda callejera de la película ‘The warriors’, aparecen en el escenario las Lizzies. Patricia Strutter en las guitarras, Motorcycle Marina es quien se hace cargo del bajo, Lucía Xauri le pega a la batería -¡y como le pega!- y Elena Zodiac se encarga de poner la voz. Buenos movimientos en el escenario acompañados de un buen sonido sorprendieron gratamente a los asistentes que no habíamos visto a este grupo hasta el momento. Un set-list compuesto de canciones propias y versiones en inglés, con muy buena pronunciación, y que fue el siguiente: ‘Fuck you’, ‘Sacrifice’, ‘Blindslave’, ‘Heavy Metal ears’, ‘Fire horn’, ‘One night woman’, ‘End of time’, ‘On the run’, ‘Mirror maze’, ‘Speed on the road’ y ‘Heavy Metal warriors’.
   
A continuación, Paco Morillas (Oddity) se puso tras la batería para echar una mano a los chicos de Percutor. Lucas Sicilia al bajo y poniendo la voz en algunos temas, Ramón Morenate se encarga de una de las guitarras del grupo y Luis Zabala con la otra guitarra y poniendo la voz más habitual en los temas de corte metalero con sabor latinoamericano como ‘Al gaucho’, ‘N.O.M.’, ‘De Metal pesado’, ‘Rebelión’, ‘Pobre mortal’, ‘América’. Tras este tema rindieron tributo a Muro, de los que se encontraban varios miembros por la sala, con ‘Juicio final’. Llegado este punto, presentan al nuevo batería del grupo; Roberto Durán coge el mando de las baquetas y terminan su actuación con ‘Patria en venta’, ‘No se rindan’ y ‘Escapa’.
    Llega el momento con Oker como protagonista a quien declaramos ‘Culpable’ de reunir a su alrededor a todos los que allí estábamos. Tenía yo una pequeña deuda pendiente con su bajista (Sr. Luis Ligero, deuda saldada que no impedirá seguir coincidiendo en más eventos), por varias circunstancias se me había hecho imposible acudir a un directo suyo y ya tenía ganas de hacerlo. Además de Luis, Lolo Hevorrovallekas va con la guitarra y también se aproxima al micro de vez en cuando a echar una voz, Álvaro Destroyer se marca unos solos a la guitarra impresionantes, José Andrés Thrash Maniak –batería-, que se había marcado un reto para este concierto, y Carmen Xina a la voz. Mucho movimiento del bueno en el escenario, buen sonido y la mejor voz. ¿Qué se puede esperar?: ¡Un conciertazo! que empieza con una ‘Intro’ para continuar con el tema que da título al disco (‘Culpable’), que ya llegó ‘La hora de actuar’ antes de que llegue ‘El traidor’ sin ningún tipo de ‘Prejuicios’ para ir ‘Burlando la muerte’ en busca de un ‘Héroe perdido’, aunque ‘Nunca lo fuiste’. Ahora llega el momento de ‘El rugir’, un tema instrumental al que los acompañan con sus guitarras, y por este orden, Patricia (Lizzies), Pablo (Ciclón) y Jaime Núñez (Wild) para seguir con ‘Dale caña’ antes de su ‘Último adiós’ y desbordar con todo el ‘Heavy Metal’, abandonando el escenario momentáneamente, pues se empezó a corear en la sala que querían otra y allá salieron con su tema ‘Oker’ para decirnos después ‘Vuelvo a resurgir’ y terminar siendo un ‘Rebelde de acero’, tema en el que José Andrés se había marcado el reto de tocarlo completo con los ojos vendados y… ¡reto superado! Gran show el que se marcan los miembros de Oker y que deja muy buen sabor a Rock del bueno.
    Magnífica noche con llenazo en la sala Charada, que ya se podía haber apiadado un poco y haber puesto el aire algún ratillo al menos; el calor era asfixiante en algunos momentos. Y otro detalle de la sala, mejor dicho, del técnico de iluminación: Esas luces rojas iluminando a quien ocupaba la batería, ya podía haberlas puesto de otro color o cambiar el mismo en algún momento del concierto. No sé por qué se tiene tanta predilección por el rojo, no está mal algún punto en algún momento, pero de continuo… cansa, y además va fatal para las fotos.
                                                       Texto y fotos: Bernardo Prieto

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