Madrid – Excalibur – 18.02.11
La banda cántabra Emboque se embarcó en la aventura de la
presentación en Madrid de su último disco, ‘Voy a por ti’. Digo aventura por el
esfuerzo que implica viajar casi 400 kilómetros y que apenas 50 personas acudan
a un concierto con el módico precio de 5 euros. El evento comenzó con la
actuación de Saña, banda local
procedente del barrio de Hortaleza, que durante alrededor de 40 minutos calentó
el ambiente con dosis de Rock urbano y alguna que otra versión como ‘Blanco y
negro’ de Barricada.
Tras un breve receso, irrumpieron en el escenario los
chicos de Emboque. Era la primera
vez que veía al trío cántabro, pero las referencias que llevaba se cumplieron.
Es grato ver de vez en cuando una actuación fiel al Heavy Metal y Hard Rock más
clásico, sobre todo cuando se ejecuta con precisión instrumental y gusto por la
melodía. A la compenetración rítmica (Raúl Galván, al bajo, y Carlos Quintana a
la batería) se unieron los pulcros punteos del guitarrista Mario Galván. Raúl
ejerció de “frontman” y vocalista, mientras que Mario multiplicó su destreza de
tal manera que no se echó en falta la presencia de un segundo guitarrista. El
concierto se basó en los temas su trabajo ‘Voy a por ti’, escoltados por
algunas viejas canciones y el postre final de ilustres versiones. No faltaron ‘El
consejo del lobo’ con la presencia en el escenario del carismático vocalista
Óscar Sancho (Lujuria) que siempre derrocha entusiasmo cuando se trata de
apadrinar a bandas amigas, o ‘Aníbal’, esta vez sin la presencia del teclista
Derek Sherinian, otro ilustre colaborador en la última grabación en estudio. Me
gustó la canción ‘Caminar’, una invitación a “soñar” que encarna el espíritu de
una banda con más de 16 años de carrera y, por supuesto, la fiesta final, con
dos fieles versiones de clásicos del Rock Duro (‘Children of the sea’ de Black
Sabbath y ‘Burn’ de Deep Purple) con las que todos recordamos viejos tiempos y
añoramos al desaparecido R. J. Dio.
Javier del Valle
