Fiesta en familia, pero en familia bien avenida y animosa. La cita con el antiguo cantante de Siniestro Total fue la juerga perfecta para ir calientes al concierto de AC/DC, dos días después.
Costas venía a presentar su primer CD en solitario, Condenado a Costas, pero lo de aquella noche también supo a convención de fans de ST. Sonaron clásicos como ‘Assumpta’, ‘Opera tu fimosis’ o ‘Miña tierra’, en un medley permanente que nos dejó más a gustito que las cervezas checas del Gruta 77. Del nuevo repertorio destacaron ‘No somos de aquí’, ‘Pies’, ‘Marisol’ o una ‘Baja el pantalón’ que ayudaron a desabrochar dos espontáneas mozas coristas.
Suscribiendo la cita de Obús, Costas no está “viejo ni calvo, que se jodan los demás” -o sea, Julián Hernández-.
Casi nueve años entre un primer disco y el segundo son muchos, pero a los toledanos Humo Sapiens les ha sentado bien lahibernación para madurar y, a la vez, regresar más refrescantes que nunca. Es obvio que ningún escenario de la capital había sido invadido por estos seis músicos en mucho tiempo hasta esta cita en la que dieron fe de su buen Rock and Roll.
El grueso del repertorio del concierto lo ocuparon las canciones de su reciente obra, titulada como ya sabéis: II (dos), y es que sonaron todos y cada uno de los cortes que incluye. Por orden cronológico: ‘Humo sapiens’, ‘Acedecé’, ‘No soy de nadie’ y ‘Revélate’ antes de recoger una de su primer disco (Cromosoma 48): ‘Quiero volver’. De vuelta a II, soltaron ‘Tocar por tocar’, ‘Planeta tumba’ –una de las que más nos gustaron-, ‘Corazón enfermo’ y ‘Petri woman’ hasta llegar al pegadizo y marchoso single ‘Sentado en el parque’. ‘Indio’ y ‘El mar’ completaron los breves recuerdos al mencionado primer trabajo, y se escucharon otras (supongo que de nueva cosecha y que formarán parte del tercero) como ‘Soldados’ o ‘No soy Dios’.
Contaron con la colaboración de Miguel, del grupo Dr. Sapo, y el final fue una fiesta con los músicos de la banda que había ejercido de telonera –Rexina- para, todos a una, despedirse con una versión de ‘Hay poco Rock’N’Roll’ de Platero y Tú.
El concierto tuvo un desarrollo ligero, amable y eficaz, nos divertimos y seguirlo con los movimientos de nuestro cuerpo fue un acto reflejo. Así que… ¿qué más le vas a pedir? Humo Sapiens nos dio una noche de música en directo honesta, bien ejecutada y mimada al máximo sin olvidar que esto del Rock and Roll “de aquí” no necesita excesivas virguerías ni demasiados adornos innecesarios.
El barrio de Moncloa por una noche pasó a convertirse en una verdadera fiesta del Rock & Roll. Y es que los Desastre volvían a subirse a un escenario de su ciudad para presentarnos su nuevo álbum, Callejón Desastre, con canciones de lujo.
El concierto tuvo lugar ante unas 300 personas aproximadamente. Comenzaron, desde Zaragoza, Insolenzia, grupo de Punk/ Rock con temas rápidos y directos, y contando con un invitado especial: Su productor y amigo Luter, ex de Los Reconoces y ahora con carrera en solitario; entró en acción para cantar con ellos una canción y luego también lo hizo el bajista de su banda. Insolenzia redondearon una actuación muy buena. Nos gustó la puesta en escena de los maños.
Desde Usera, Desastre, con más de veinte años de carrera a sus espaldas, siguen sonando como siempre. Con el público entregado, buenos bailes y canciones reivindicativas, dieron un repaso a todo lo bueno de su trayectoria y tocaron, como era de esperar en su presentación oficial en Madrid, las canciones de 'Callejon Desastre'. Comenzaron con ‘Africa’, que abre el CD y que empieza con una poesía de José Hierro. Con los primeros acordes de la canción estalló la locura y durante el tiempo que estuvieron los Desastre en el escenario, nadie dejó de saltar y bailar con canciones como ‘Combo del perdedor'. Una tras otra, fueron sonando temas divertidos sin dejar –repito- nadie de bailar, los puños en lo alto, mientras ellos nos recordaban que estamos en crisis y que hay que pasar a la ‘Acción’ para llegar ‘Tós dacuerdo’ al ‘Manicomio’, ‘Día tras día’ hasta ‘Que no amanezca’. Los de Usera nos dieron un buen repaso, y de los de verdad.
Buena noche de Rock y Metal en la madrileña sala con las actuaciones de dos grupos que dieron rienda suelta a todo su potencial.
Primero Dragonfly poniendo toda la carne en el asador con muchos metaleros bailando y botando al ritmo de las notas de este espectacular grupo, que hizo las delicias de los allí presentes. La sala no se llegó a llenar, sin embargo el público presente era muy fiel. Tocaron, entre otras, ‘No lo verán caer’, ‘Dulce veneno’… e hicieron versiones de Bon Jovi (‘Living´ on a prayer’), de Maiden (‘Wasted years’) y de Queen (‘Show must go on’). Llegaron al final con ‘Solo depende de ti’.
Luego llegó el turno a los alicantinos Amalgama, que salieron con ganas de comerse la noche de San Isidro. Su actuación fue limpia y brillante, expusieron temas de su nuevo y quinto disco, de título homónimo, tiraron también de canciones de sus anteriores álbumes y no faltaron versiones de los más clásicos: Led Zeppelin y Black Sabbath. Felicidades.
Hace unos meses me llevé una sorpresa cuando recibí una llamada de Juanky, batería de La Orden del Kaos, anunciándome que había puesto en funcionamiento una banda paralela, Arkgabriel, pero dando un salto desde el fondo del escenario al frontal para convertirse en su cantante. Y esta tarde descubrimos que defiende muy bien el papel de voceras. El quinteto hace un Heavy Metal de corte clásico que, si nos centramos en el papel de las guitarras, adquiere ciertos tintes de Thrash. Su repertorio constó de siete temas que, pasado el verano, formarán parte de su disco de estreno: ‘Dentro de mí’, ‘Último error’, ‘Ciudad desilusión’, ‘Senderos’, ‘Con nombre de mujer’ (por cierto, nos alegró que hubiera bastantes entre el público en esta cita), ‘Rencor’ y ‘Una apuesta más’, además de una versión de ‘Whiplash’ de Metallica. Un concierto divertido y dinámico que nos descubre a un nuevo cantante acompañado de eficientes músicos; esperamos buenas cosas en el futuro de Arkgabriel.
Pacho Brea, ex cantante de Ankhara, se marchó hace unos años a vivir a Tenerife y allí montó la banda Hybris. Esta noche presentaban en las cercanías de la capital su segundo disco, de título homónimo, y traían las copias recién sacadas de fábrica. Hay que dar la enhorabuena al grupo, ofreció un conciertazo. La veteranía de Pacho hace que se apodere de todo el escenario, que enganche al público desde el principio y que lo mantenga atento durante todo el recital. El estado de su voz raya la perfección actualmente y muestra de ello fue la atrevida interpretación de una versión muy difícil de defender: ‘Child in time’ de Deep Purple. Sobresaliente. Sus compañeros, jóvenes pero con buena técnica, rematan una formación que –gran mérito- te atrapa desde la primera canción gracias al arte de las melodías vocales, embaucadoras y con poder de seducción aunque no hayas escuchado nunca ni una de sus notas. Sus temas ‘Tocando el cielo’, ‘Inalcanzable’, ‘Cenizas’, ‘Judas’, ‘No me dejes solo’, ‘Maldita obsesión’ y ‘Rompecabezas’ nos hicieron mover las piernas sin descanso tanto como unas cuantas versiones más: Dos recuerdos a Ankhara (‘Acordes mágicos’ y ‘No mires atrás’, que cerró el show), ‘Avantasia’ (Avantasia) y ‘Por siempre’ la adaptación que Muro hizo al castellano del clásico ‘Forever’ de Y&T.
Así que el listón estaba altísimo para la banda madrileña que cerraba el cartel: Cardinal. Un quinteto solvente en la parte técnica pero cuyas composiciones se nos hicieron repetitivas, por lo que no nos encadenaron a su actuacióntanto como las dos formaciones que les precedieron sobre las tablas. Su Heavy recuerda al de Judas Priest, sobre todo por las formas de su cantante Diego. Su actual trabajo discográfico se titula Sin machine y lleva en la calle desde enero. Te recomiendo una original versión de ‘Hot stuff’ de Donna Summer que han llevado de manera excelente al terreno del Metal y que me parece genial, nunca falla allá donde me llaman para pinchar.
Casi podría decirse que el concierto fue un acto privado a puerta cerrada debido a la poca afluencia de público. Debe ser jodido patearse cientos de kilómetros con toda la ilusión del mundo por tocar en Madrid y que el público de la capital siga dando la espalda a los conciertos y no acuda a una sala donde se han dejado oír grupos de la talla de Marea o Platero y Tú. Aunque el bolo estaba programado para las 21 h., hasta casi una hora después no empezaron a tocar los teloneros Excomunión, que derrocharon una buena actitud durante toda su interpretación. Su Rock con tintes de Punk-Folk y Ska dejó satisfecho al personal, y pese a algunos desatinos en la voz y algún que otro problema con los micros, todo fue a pedir de boca.
Cuando la sala estaba ya algo más animada, salieron los integrantes de Proyecto Jipi para presentar su segundo álbum con canciones como ‘Recordando otra vez’, ‘Como están las cosas’, que da nombre al disco, ‘Kika’ o ‘Frío’, que es una interesante versión Ska del poema de Federico García Lorca. Sin dejar el buen rollo aparte, y tal vez a causa de ello, hicieron un par de tributos a las bandas con las que El Jipi, su líder, ha pasado largo tiempo: Banda Jachís y Disidencia. No puedo dejar de lado el temazo ‘Mi hermano’ perteneciente al primer CD del grupo, del que tocaron también algunas canciones. Ellos se portaron de puta madre, tanto encima del escenario como fuera de él, y nosotros lo disfrutamos.
