TOPO + KABOOM

Alcorcón (Madrid) – Alive – 30.04.10

Ahora que Asfalto han frenado un poco el ímpetu de esa agenda trepidante de conciertos que mantuvieron el año pasado a lo largo y ancho de la geografía española, perfumando la escena con las mejores esencias musicales que podamos imaginar, sus colegas Topo toman el testigo y nos prometen una primavera llena de dulces sensaciones, con guitarras como truenos (todos a bordo, que nadie abandone, en la nave hay sitio si tú quieres venir…) y esas letras que son puras endorfinas para nuestro cerebro. Asistimos una vez más al mágico aquelarre. “Tres minutos que pudieron más que quince años de educación”. Teloneados por los rocanroleros Kaboom, que presentaban su disco homónimo y desgranaron el repertorio a cuchillo. En la voz fuerte y aguardentosa de Marisol Cebrino, las canciones sonaban como si fueran cartuchos de dinamita: ‘Reina de corazones’, ‘Dámelo’, ‘Sobrevivir’, ‘Shakin’ on fire’ o ‘Triste jugador’ fueron algunos de los trallazos a quemarropa, antes de que asomara el portentoso ritual del “Cantante urbano” en la añorada y multicolor ‘Ciudad de músicos’: “juntos a bordo de sus guitarras, vienen volando Hendrix y Beethoven, enloquecidos pelos al viento, siempre cantando ritmo y Blues…”, que imaginamos en los ochenta cuando las calles rezumaban Rock’n’Roll. “Si todo pasó, si nada quedó, esta es tu eternidad…” No hace falta leer a Jean Paul Sartre para saber cuánto existencialismo late en las composiciones de este combo magistral. “Te propongo un nuevo viaje, me pregunto si quieres venir, ven ligero de equipaje, vuela más alto, hasta el fin…” En eso consisten, en definitiva, los conciertos de Topo, un viaje irrepetible rumbo a las estrellas, a nuestras ilusiones perdidas. Desde los primeros compases, todo fue pura magia, poderosa energía que nos llevó en volandas a lomos de corceles de seis cuerdas desbocados: ‘Cantante urbano’, ‘Ciudad de músicos’, ‘Ser urbano’, ‘Blues del dandy’, ‘El bosque’, ‘Todos a bordo’… se fueron sucediendo con precisión milimétrica, hasta flipar en ‘Colores’. Como ‘Quijotes eléctricos’, en medio de la ‘Marea negra’ que supone la crisis y la corrupción rampante, no es de extrañar que ‘Los chicos están mal’. Aunque José Luis Jiménez, con su sentido del humor habitual, se pregunta: “¿Cómo están los chicos? Los chicos están de puta madre… esta noche”. Abrazos entre la concurrencia y pequeñas interrogantes para un final de concierto exquisito: ‘Mis amigos, ¿dónde estarán?’ y ‘¿Qué es esta vida?’ pusieron broche de oro a una velada que tardaremos mucho en olvidar. ‘Después del concierto’, por ti estoy aquí, por ti se hará el Rock’n’Roll.

Fran Llorente

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