Ciudad de México – Foro Reforma - 31.01.14
Tras la intro con los famosos acordes de ‘El
fantasma de la ópera’, la primera en la cara: ‘Kill the king’ de Rainbow,
interpretada de manera excelente. Después de ‘Flores en tu colchón’ se dirigió
por primera vez al público y ya gritó un “¡viva México!” Había una bandera del
país colgando de su pie de micro, otra sobre el bombo de la batería de Juanjo
Balas y José acabaría, luego de otro cambio de vestuario, con una camiseta de “los
ratones”. El amor mutuo quedó claro.
El rollo bluesero asomó con ‘Vanidad’ y la sala
se puso patas arriba cuando llegó la primera de Mägo de Oz: ‘El que quiera
entender que entienda’. Cayó entonces una de las varias pancartas de admiración
que fueron arrojadas al escenario y que los músicos mostraron y guardaron con
orgullo. El señor Andrea había dicho: “En América me piden más temas de Mägo
que en España, no puedo ni quiero defraudar.” Dicho y hecho. De un show de aproximadamente veinte
canciones, un tercio fueron rescatadas de la discografía del grupo que le dio
la fama: ‘La posada de los muertos’, ‘El pacto’, ‘Hasta que el cuerpo aguante’,
‘Gaia’ y, para el bis, ‘La costa del silencio’ y ‘Molinos de viento’, que
clausuró con fiesta el espectáculo, más la versión adaptada de ‘Dust in the
wind’, ‘Pensando en ti’. Entre ellas intercaló la propia ‘Ni afinado ni medido’.
Nos quedó
claro que José se encuentra más cómodo cantando composiciones de Uróboros y, si
no, nos lo pareció y enganchó más con ellas si nos olvidamos de los botes en
pista del público, que sí se mostraba más entusiasta con las que dejaba caer de
Mägo de Oz. Las mejores interpretaciones vocales llegaron en forma de aires hardrockeros clásicos con ‘Al otoño
espero’, ‘La canción de los deseos’ –un gran tema- y ‘A quien conmigo va’.
Para
todas las canciones de Mägo contaron con la colaboración al violín de Santi, un
músico azteca que reside en Madrid pero que en estos días se encontraba en el
D. F. Dio vistosidad con su buen hacer y su recargado sombrero de bruja. El
guitarrista “Chino” (Sínkope) no ha podido cruzar el charco para realizar esta
gira y su sustituto, José Rubio, pudo lucir su arte con un solo, con pequeño
homenaje a Gary Moore, antes de ‘No cuentes con ellos’. También hubo hueco para
que “Kiskilla” –teclista- demostrara su experiencia con el suyo y el guiño fue
para la melodía de la película ‘El padrino’. Hubo unos minutos para todos: “Peri” demostró
su pericia (estará harto del chiste) al bajo y también se lució el batería
Juanjo con un solo muy aclamado. Por esos momentos nos deleitaron también con
la personal versión de ‘Frío’, el gran tema de Alarma.
En el
apartado de las anécdotas, destacaremos la de un chaval, enfundado en una
camiseta de la selección española con el nombre de José Andrea a la espalda, que
mostró un cartel que decía: “Hoy es mi cumpleaños”, y el cantante lo invitó a
subir al escenario para que todos los asistentes le cantasen ‘Las mañanitas’. Además,
de entre todo lo que cayó sobre las tablas, un madridista acérrimo como
servidor no puede olvidar que hubo camiseta de Ronaldo. Y una muestra más de la
pasión por y el conocimiento del mundillo de Mägo de Oz, por ende de Uróboros,
que muestra este país es que la pista coreó hasta el nombre de Flores, uno de
los miembros del equipo técnico.
Un
triunfo más del cantante en su primera y cargada de responsabilidad cita de
esta gira mexicana que le llevará por once ciudades y le servirá de trampolín
para atacar, ni más ni menos, que veintidós fechas en EE. UU. en lo que restará
de febrero, todo marzo y parte de abril. Entonces os lo devolveremos y podréis
comprobar en directo lo que aquí os hemos narrado. José, como el nombre de su
nuevo grupo, va camino del encuentro consigo mismo, no para devorarse, sino
para renacer en lo más alto.
Jon Marin
Fotos: Cihuatl
Zúñiga