SONISPHERE SPAIN


Auditorio John Lennon - Getafe (Madrid) – 26.05.12
De escribir aquí ya nadie come, ni el jefe. Por cuestiones de trabajo nos fue imposible acudir a la primera jornada de esta edición del Sonisphere y, desgraciadamente, no podemos narraros lo ocurrido. Es lo que tiene que a este medio sólo le concedan una acreditación (que se agradece), falla el titular y no hay quien le cubra las espaldas.
A la segunda jornada dicen que acudieron más de cincuenta mil personas. Mucha gente para tan poco recinto, ¿no? Difícil se nos hizo seguir todo con comodidad. Mientras tocaban los suecos Sister y Vita Imana (antiguos amigos, ahora con otros consejeros a los que parece interesar sólo el mainstream) intentábamos aparcar, se acabó aquello de “parking de prensa” salvo para los tres elegidos de siempre. No tuvimos prisa por –otro año seguido- escuchar el demasiado denso y repetitivo, para nosotros, sonido de Mastodon. Children Of Bodom se despacharon con rapidez, su show fue corto y no de los mejores. Whitin Tempatation sí lo hicieron bien, gustaron y triunfaron en el escenario grande. El grupo Ghost tiene su gracia (valga la redundancia) gracias a la puesta en escena y sus disfraces; ¿la música?, para amantes de Mercyful Fate quizás. Slayer se presentó con Gary Holt (Exodus) sustituyendo a Jeff Hanneman, no sonaron muy bien hasta algo avanzado el show, pero Kerry King –algo más gordito que de costumbre- y los suyos no suelen defraudar. Cuando suenan clásicos como ‘Reign in blood’ o ‘Angel death’ el recinto –a tope- es una fiesta de Thrash al límite y de cuernos en alto. Hay que ser grande como las estrellas de la noche para superar este bombazo. Metallica sorprendió comenzando con ‘Hit the lights’ y Metallica lo consiguió. La fiesta empieza con ‘Master of puppets’, ‘The shortest straw’, ‘From whom the bells toll’ y ‘Hell and back’ hasta que toca ir interpretando (de atrás hacia delante) todos los temas del ‘Black album’, el quinto, el negro, “el Metallica”. Mecheros –como se hacía antes- para ‘Nothing else matters’ y gran pirotecnia, que se hizo esperar, para ‘Enter sandman’. Para el final, guiño a los más fieles y a los que primero se apuntaron a la horda de los “cuatro de negro”: 'Battery', 'One' (bonita iluminación a base de láseres) y 'Seek and destroy'. Demoledor. Tras los grandes del Metal y figuras del festival, otros lo tenían muy difícil tanto para igualar resultados sobre el escenario como para mantener público en el asfalto. En el escenario secundario, los franceses Gojira; luego, vuelta al principal con Evanescence.Bring me to life’ y ‘My immortal’ fueron muy aclamadas por los que guardaban fuerzas a estas alturas. Clutch cumplieron con su música rockera, sureña, dura, bluesera. Fear Factory nunca nos interesó y no era el momento (alrededor de las cuatro de la noche) de empezar a amarlos, pero los comentarios, en general, dicen que no alcanzaron las expectativas puestas en ellos.
Un Sonisphere más, un nuevo sitio, mismas quejas por parte de los comunes (también lo somos, que nos pagamos todo lo que bebimos) con quienes hablábamos: Precios abusivos, colas para pedir, mal acondicionada zona de acampada, “¡vaya mierda de servicios!”, no hay lugares para refrescarse, etc. Esto sigue sin ser Suecia.                                       
Marta M. Crisol

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