Madrid – Penélope – 09.04.10
Abrió la noche Sibila mientras la sala se iba llenando poco a poco. El público empezó frío pero, al poco tiempo, este grupo toledano-madrileño consiguió meterse a todos en el bolsillo repasando temas tanto de sus primeros discos como de su último trabajo, ‘Fe, acero y corazón’. Comenzaron con ‘Iré a por ti’, seguido de ‘Tu cruel realidad’ y ‘Pagarás’ (donde su guitarrista “El Rubio” demuestra lo bien que se le da su instrumento con un solo grandioso). Terminaron de ganarse a los asistentes con el potentísimo ‘Tras las blusas’, y eso que sólo iban por la mitad de los nueve temas con los que nos deleitaron esa noche. Se pasó rápido el concierto de Sibila, y cuando sonó su último tema homónimo estoy segura de que quienes no les conocieran se habían llevado una grata sorpresa. Muchos nos quedamos con ganas de más. Sabemos de buena mano que esta banda trabaja muchísimo y que su gran dedicación no siempre queda recompensada como merecen, pero esa noche dieron un pasito más para ganarse un puesto entre los grandes, que ya va siendo hora. Son buenos, tienen un directo potente y la voz de Bego engancha a cualquiera, ¿se necesita algo más acaso?
¡Y qué decir de Santelmo!… La frase “llegó, vio y venció” nunca tuvo más sentido. El público estuvo entregado durante todo el concierto, desde el primer tema, ‘Los creyentes’, hasta el final con un apoteósico ‘Perro traidor’ (Saratoga). El público coreó temas como ‘Pídeselo a Dios’, ‘Bosque de hojas muertas’ o ‘Junio del 44’ hasta dejarse la voz, dejando incluso al grupo sorprendido con la gran acogida que estaban recibiendo poco después de sacar su disco a la calle. Sus temas se corearon tanto o más que las versiones de la trayectoria de Jero que sonaron esa noche, tales como ‘Si amaneciera’ y ‘Tras las rejas’. También contaron con la colaboración de dos grandes como son Leonor Marchesi y Óscar Sancho, que subieron a cantar ‘Fuego en el alma’ (Santa) y ‘Fuego negro’ respectivamente, dándole ya la puntilla definitiva a una noche perfecta.
Sólo un pequeño incidente ensombreció la noche, al menos a nivel personal, y es el malísimo trato que dispensó la sala a algunas personas que quedamos por allí al final del concierto, ayudando con la mesa de merchandising. Un trato que, estoy segura, no dispensan al tipo de clientela que suele tener la sala y que, sobre todo, fue tremendamente machista. Aquí lo dejo para que bandas y público tomen nota.
Andrea Morante
Foto: myspace.com/sibilasibila
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