Madrid – Caracol – 21.11.09
Divertida velada la que ofrecieron los barceloneses Bon Scott Band, teloneados por sus compadres valencianos Babylon Rockets, protagonizando sendas descargas llenas de energía y Rock adusto. “Los chicos de Babilonia” calentaron el ambiente con un show de puro Rock setentero enraizado en guitarras ásperas y crujientes, dulces y cortantes, con esas tramas tan características que mostraban bandas como The Faces o los mismísimos Rolling Stones, y el inmortal ‘Brown sugar’, que devoraron sin ningún pudor nuestros protagonistas. Sudor y aplausos en la presentación de su debut discográfico. Rock’n’Roll fornido.
La impronta de la Bon Scott Band es de sobra conocida por estos pagos. Versiones camioneras de AC/DC, elaboradas a quemarropa, sin ningún tipo de complejos, como el güisqui segoviano. A las que vienen a sumar un álbum recién parido de reconocimiento y homenaje al Rock Duro estatal. Pues bien, este sábado de gloria donde el F.C. Barcelona se jugaba el tipo y el liderato contra los leones bilbaínos a la misma hora, nuestros héroes de la Ciudad Condal se desgañitaban en un aquelarre de alto voltaje, invocando las esencias de la corriente alterna/ corriente continua, que tanta satisfacciones nos ha regalado a lo largo de los años. De este modo, y desde los primeros compases, dejaron claro que aquello era una fiesta colectiva a la que estábamos invitados: ‘Hay poco Rock’n’Roll’ y ‘No hay tregua’ fueron toda una declaración de intenciones, antes de sumergirse en la vorágine de AC/DC y deslizarse a toda caña por la “Autopista al infierno” como un elefante en una cacharrería. ‘Hard as a rock’, ‘Back in black’, ‘TNT’, ‘Shoot to thrill’ y ‘Hell ain’t a bad place to be’ encendieron los ánimos y pusieron loco al público. Jordi Vázquez bramaba como un poseso y escupía ‘Dinero, dinero’ y ‘Sí señor, sí señor’ con el cuchillo entre los dientes, intercaladas por unas estupendas ‘Hell bells’ y ‘Sin city’. Juerga total con ‘Rock’n’Roll train’ y ‘Mueve tus caderas’, seguidas de ‘If you want blood’ y ‘You shook me all night long’, clásicos que resucitan a un muerto con su ritmo trepidante. Desmadre final con las sempiternas ‘Let there be Rock’ y ‘Highway to hell’, con Isma (el orondo guitarra solista que hace las veces de Angus Young) sacado a hombros por la puerta grande. Lo dicho, es solo Rock’n’Roll pero nos gusta (con pasión). Nada nuevo bajo el sol.
Fran Llorente
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