Aquel viernes en la experimentada sala de La Guindalera había mucha expectación, sin duda alguna motivada por una oleada de tonos y semitonos hardrockeros que iban a hacer su entrada en el escenario y que iban a ser emitidos por un grande de las seis cuerdas de nuestro país: Manuel Seoane. Además estaba acompañado de unos músicos excepcionales que iban a hacer las delicias de los allí congregados presentando el disco ‘Livin´now’. La media de edad del público era relativamente alta (sin ofender), alrededor de los treinta y muchos.
Con una puesta en escena muy al rollo ochentero apareció la primera canción: ‘Big bang’. Como indica el nombre, fue una auténtica explosión de Hard Rock con aire fresco y antiguo al mismo tiempo. Las manos de Seoane volaban por el mástil al tiempo que el público hacía gestos de admiración hacia el indómito intérprete y compositor. Después llegó ‘Who do you love?’, donde el cantante hizo gala de unas cuerdas vocales bastante buenas intercalando voz rasgada y voz limpia a voluntad y sin inmutarse. Se veía mucha complicidad generalizada entre el escenario y el “gallinero”, así como las interminables interacciones entre los componentes. Lo más importante es que se veía que lo pasaban bien ahí arriba y lo hacían pasar bien abajo. Tras ‘Good times’, una instrumental, Manuel pilló la guitarra acústica para tocar a solas con el cantante ‘Walk alone’. Este día Seoane se llevó tres guitarras distintas. Hay que recalcar una canción por su carga emotiva: ‘Slip away’, dedicada a una niña estadounidense de cinco años que se debate entre la vida y la muerte. En ésta sigue con la guitarra acústica pero ya con el sonido del resto del grupo creando un clima increíble para expresar el feeling que conlleva y poniendo los pelos de punta a los que allí estábamos. Después ‘Sexy sun’ hizo volver a lo eléctrico en un tema instrumental muy grande y de puro Hard Rock ochentero con unos solos buenísimos. Hubo también canciones para los viejos amigos como el tema de ‘Rock Formosa’, que está dedicado al periodismo musical. Tras dos canciones más del nuevo trabajo (‘Outsiders’ y ‘Livin´ now’), se realizó el típico parón que precede a los bises finales. El primero fue una auténtica sorpresa y animó muchísimo el cotarro: ‘Rock and Roll’ de Led Zeppelin. Impresionante versión que le venía al pelo a Dagarod, el cantante, para dar todo su potencial. Acabaron con ‘Rock on the radio’ y para despedirse hubo un pique muy interesante entre el teclado y Seoane, quien al finalizar quemó la parte de atrás de su guitarra para regocijo de sus incondicionales. ¡El Hard Rock está en plena forma!
Texto y foto: Rodrigo Trigo
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