Madrid – We Rock
- 27.02.15
Después de
ver un concierto de Dry River parece fácil ver el vaso medio lleno. Resulta muy
complicando que las bandas nuevas puedan competir con los grupos surgidos en
los ochenta y noventa, que todavía ocupan lugares preferentes en los festivales
veraniegos. Los artistas noveles y algunos con más de una década de trayectoria
se aburren de la escasa repercusión de su trabajo y de no recaudar con los
conciertos ni siquiera lo justo para cubrir los gastos de funcionamiento de sus
proyectos. En este contexto se mueve Dry River, una formación castellonense con
dos trabajos a sus espaldas, formada por músicos experimentados que parten del
Rock Progresivo para mezclar con descaro un puñado de estilos (Metal, Swing,
Pop, Hard Rock…) y son capaces de convertir un concierto de Rock en un
auténtico espectáculo visual y sonoro.
Antes de
la actuación del grupo de la Comunidad Valenciana pudimos ver el show de Pervy Perkin, banda progresiva que actuó sin ningún
complejo ante el público más madrugador y sus incondicionales. Su peculiar
vestuario e insolencia escénica amenizó la parte inicial de la velada. Les
queda mucho trabajo para ganar consistencia musical, imprescindible en su
estilo, aunque son capaces de provocar desde el escenario, y eso es muy
importante para no caer en el olvido.
Respecto
al concierto de Dry River diremos que los de La Plana cumplieron con
creces las expectativas generadas. Aprovecharon el limitado espacio del
escenario de We Rock para ofrecer un show
divertido y de calidad musical (con un sonido aceptable por parte de la
sala). Vestidos como una orquesta de boda de alto copete, desarrollaron el show propuesto en su último disco,
‘Quien tenga algo que decir… que calle para siempre’, un menú nupcial con todos
los elementos necesarios para demostrar su calidad musical y conectar con el
público.
El actor
Fanfi García, un componente más del grupo, ofició de maestro de ceremonias y
nos dio la bienvenida como hacen los maitres
en los grandes eventos. El humor es parte fundamental de los conciertos de Dry
River con las apariciones de Fanfi, bien sea vestido de dictador fascista o de
entusiasta practicante de aerobic.
Cabe
añadir el virtuosismo musical de todos los componentes, unos coros que
recuerdan a la mejor etapa de Queen y unos teclados y saxos (Martí Bellmunt)
que enriquecen la propuesta musical. Bajo la dirección musical de Carlos
Álvarez (teclista y guitarrista) y la embriagadora voz de Ángel Belinchón, la
banda nos deleitó con interpretaciones de temas progresivos (‘Bajo control’, ‘Cuánto vales tú’), baladas como
‘Frascos vacíos’, ‘La mujer del espejo’, incluido en su primer trabajo ‘El circo
de la tierra’, o temas más bailables como ‘Irresistible’. El combo lo completan
Matías Orero, a la guitarra, David Mascaró, al bajo, y Pedro Corral, en la
batería. El concierto finalizó con ‘Traspasa mi piel’, canción destinada a
convertirse en un himno cuyo estribillo no deja de perseguirme tras la escucha
repetida del disco en las últimas semanas.
Gota a
gota, Dry River siguen llenando el vaso trabajando con seriedad las
composiciones y las presentaciones en directo. Sin duda, la banda se merece
mayor consideración por parte de los promotores de festivales y del público
roquero.
Texto y foto:
Javier del Valle
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