Madrid – Gruta 77 - 10.05.14
Aunque
se celebraba la puesta de largo del último disco de Las Cheerleaders Asesinas,
titulado ‘Sin Domesticar’, hubo programa triple como es costumbre en la
noctámbula sala de Carabanchel Gruta 77.
Abrieron
fuego pasada la media noche Foxyladys, banda formada por chicas (Eva
Benito "HighHeelsLady", Teresa Alonso "MetallikLady", Belén
Guerrero "BelleVelvetLady" y Bianca Sharma "FoxyPrincess")
con la colaboración de Txiquitín, guitarrista de Esturión. Es gratificante ver
cada vez más mujeres en grupos de rock, disciplina que, como tantas otras, debe
desprenderse de ciertos tics machistas. Las Foxy cuidan la puesta en escena,
especialmente el vestuario, aunque las falta todavía ruta y horas de ensayo para
sonar más convincentes.
Tenía
ganas de ver en acción a Aulladores, tras escuchar su segundo disco ‘Sin
lo que sobra no basta’. La banda formada por Jesús Jiménez (bajo y voz),
Fernando Mayo (guitarra) y Francisco Javier Torquemada (batería) enganchó al
público con una fórmula sencilla y carente de artificios. Realizaron un show contundente y sincero basado en su
último trabajo y demostraron la serenidad y saber estar propios de roqueros
maduros. Por su sencillez me recuerdan a los
Ramones o a los legendarios y ásperos Motorhead.
Agradezco
a Jesús sus cariñosas palabras recordando el papel de la radio y dedicando una
canción a un servidor y al locutor Charly "Rock and Roll" por
difundir a las bandas independientes a través de nuestros respectivos
programas.
Aulladores
dejaron el ambiente lo suficientemente caldeado para propiciar el éxito de Las
Cheerleaders A. El grupo se sintió a gusto en esta sala, que les ha apoyado
desde sus inicios, y en todo momento fue respaldado por un público cómplice que
disfrutó de la madrugada carabanchelera.
Las
Cheerleaders Asesinas cuentan con buenas dosis de
descaro, imagen y actitud, imprescindibles para mantener la atención de sus fans, pero también gozan de una
destreza técnica que les sirve para sonar francamente bien. Practican un Hard
Rock con riffs propios de AC/DC y
matizado por influencias diversas. El cantante del grupo, Sergio Cheerleader,
rayó a buen nivel durante todo el concierto, con esa técnica y estilo que sus
compañeros comparan con el mismísimo Graham Bonnet (por supuesto que no
faltaron las gafas de sol de pera). Tampoco faltaron los riffs desgarradores de Jorge ni los solos vertiginosos de Iñaki,
dos guitarristas que no pararon de moverse para escoltar a su vocalista. En la
parte posterior del escenario, armando la base rítmica con gran eficacia, se
encontraban Alberto (bajo) y Luis (batería). Los músicos tenían ganas de
exponer ante el público los temas recién editados en ‘Sin domesticar’. Abrieron
con ‘Calibre 32’ y también interpretaron otros temas nuevos como ‘La presa’, ‘Nicotina’
o ‘Amor de burdel’, ésta con la valiosa colaboración de Juanra (Las Madres).
Revivieron el espíritu de Muddy Waters con ‘Tengo el mojo funcionando’, pieza
en la que participaron Guille (The Governement) a la voz, y José, a la
armónica, y aprovecharon la presencia de Robertez (Motociclón) para interpretar
con el carismático vocalista ‘Yumas pisando pijos’, una versión del grupo
madrileño recientemente disuelto. En los
bises incluyeron dos piezas de su anterior trabajo, ‘Miedo a medianoche’,
en concreto ‘Dame de beber’ y ‘R'N’R Guerrilla’, tema que sirvió de cierre a un
concierto francamente divertido.
Texto y foto: Javier del Valle
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