Festival TOLE ROCK

Toledo – Recinto ferial La Peraleda – 08.11.08

La primera edición del festival toledano comenzó a las 6 de la tarde dentro de una amplísima carpa que nos protegía del frío del exterior (punto a favor de la organización), donde los grupos nos recibían con un sonido excelente pero con una gran escasez de público hasta mitad del festival, quizá motivado por el precio de las consumiciones en la barra o porque no se les ocurrió incluir calimocho, que es la bebida mágica de los asiduos a este tipo de música. Aparte de este detalle, en general, estuvo francamente bien organizado. Esperamos que esta sea la primera de muchas ediciones y que su calidad solo vaya en aumento.

El evento comenzó con los grupos Estima y Laten Yvaeh, que pusieron su granito metalero aunque el público asistente se podía contar con los dedos de la mano. Después, Okoplöide, grupo de Punk-Ska multicultural que dio más que recibió. Una lástima y espero que en próximas citas se les reciba como merecen. Continuaron No Relax que, haciendo honor a su nombre, no dieron lugar al descanso ni al aburrimiento con sus guitarras potentes, como la de Joxemy y con la voz de su guapa cantante, Micky. El recinto se empezó a llenar y a caldearse el ambiente, ya que empezaba una de las actuaciones más esperadas de la noche, Lendakaris Muertos, que dieron al público lo que esperaban de ellos: caña y mala leche a rabiar; a destacar el cantante, quien se entregó de lleno bajando del escenario y cantando con la gente desde la barra del bar. (Recuerdos para una niñata que se subió también a la barra con una bandera pro amnistía aberzale y trató de robarme el cubata; encima de tonta, ¡ladrona!) Casi de seguido, para no relajar el ambiente, Strawberry HC continuaron en la misma línea que las dos bandas anteriores, terminando su actuación con una versión de Def Con Dos ('Odio a los mártires del Rock'). Ya entrada la una de la noche, aparecieron los pesos pesados del festival, Koma, con un directo duro, electrificante y sin concesiones, demostrando que el paso del tiempo no les ha desgastado, a pesar de que no gustaron a un sector de los asistentes (cuya opinión no comparto). La denuncia social y la crítica al sistema llegó con Reincidentes, que contagió al público con su espíritu de lucha incombustible y a prueba de bombas. Como broche final, A Palo Seko, que ofreció el espectáculo habitual de la banda: duro, conciso, directo y sin florituras ni tecnicismos, como su nombre reza, dando caña burra.

Un gran festival que espero que se repita.

Ricardo Bayón

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estuve en el Panollo y la crítica me parece bastante floja. La hubiera hecho mejor.

 
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