Madrid
– Heineken – 14.01.11
Más
de 23 años después de la grabación de su anterior trabajo en directo (‘Mis
amigos están vivos’) los Topo han
repetido experiencia. La legendaria banda madrileña quería aprovechar el tirón
de la presentación de su último disco en estudio, ‘Prohibido mirar atrás’, para
registrar el evento en DVD y, de paso, animar a sus fans a acompañarles en una fiesta antológica. No quedaba otra que
acudir para estar presente en un recital histórico a la espera de agradables sorpresas
en forma de invitados de lujo.
Topo
forma parte de ese elenco de bandas que, desde sus inicios, cautivaron a chicos
de barrio con sus himnos urbanos. Con la bandera del Rock y alejados de
etiquetas, engancharon al público ecléctico, al más roquero o a los que
crecimos en la periferia de las grandes ciudades abrazando la contundencia del
Heavy Metal y tendencias musicales afines. 32 años después del nacimiento del
grupo, José Luis Jiménez y Lele Laína siguen empeñados en subirse a los
escenarios, porque reciben el calor de sus viejos amigos y el aprecio de
generaciones más jóvenes que bucean en las raíces del Rock urbanita que
escuchaban sus padres o hermanos mayores. El prestigioso guitarrista Luis Cruz,
que ya había grabado dos discos con Topo en los ochenta, y el percusionista
Miguel Bullido completaron la formación base del concierto.
La
fiesta la abrió Les Vivo, precisamente
un trío en el que forman los vástagos de Jiménez y Laína (batería uno, voz y
guitarra el otro). El grupo tocó alrededor de media hora de Rock contundente y
bien ejecutado observado con curiosidad por el público que iba poblando la
sala. Topo apareció con naturalidad
al escenario recordándonos esa bonita y utópica historia de ‘Ciudad de músicos’.
No faltaron la mayoría de los temas clásicos como ‘Vallecas 1996’, ‘El Blues
del dandy’ o ‘Cantante urbano’. Tampoco echamos en falta ‘Marea negra’ o ‘Los
chicos están mal’, dos símbolos de rebeldía que siguen vigentes en la segunda
década de nuestro siglo. J. L. Jiménez derrochó pasión en el manejo de su bajo
y la entonación de las canciones. Siempre estuvo bien acompañado por la sobriedad
y saber estar de Lele (guitarra y voces) y el excelente apoyo escénico de L.
Cruz. Bajo el telón luminoso de imágenes con el logotipo de la banda y otros
motivos, los Topo no eludieron la
primera etapa de Asfalto, plagada de himnos esperados por el público como ‘Ser
urbano’, ‘Días de escuela’ o ‘Rocinante’. Y es que José Luis y Lele presumen
con orgullo del legado dejado por el primer trabajo de la mítica banda que
abandonaron prematuramente para fundar Topo. El primer gran invitado fue un ex
miembro del grupo, el actual batería de Burning: Cacho Casal, quien demostró
que no ha perdido pegada con el paso de los años. Pero la gran sorpresa de la
fiesta fue la presencia de Carlos de Castro (Barón Rojo) en el blues ‘Trae contigo tu amor’. Tampoco
se perdió el evento Miguel Oñate, otro ex Asfalto que irrumpió en el escenario
con espíritu festivo, vestido con una llamativa chaqueta amarilla y una corbata
sin terminar de ajustar. Tras dos nuevas referencias a temas de Asfalto, llegó
el fin de fiesta esperado por todos. Los músicos invitados y los miembros de la
banda telonera participaron enfervorizados en la enésima versión de ‘Mis amigos
dónde estarán’. Los estudiosos de Topo echaban en falta algunas canciones de
los discos más antiguos, mientras que otros agradecían la generosidad de
Jiménez y Laína al incluir en el repertorio algunos clásicos de Asfalto. Pero
todos salíamos de la sala con muy buen sabor de boca.
Javier del Valle
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