Rivas V. (Madrid) – Auditorio Pilar Bardem – 03.07.09
Corría el año 1972 y algunos lo hacían delante de las porras grises mientras José Luis Jiménez (bajo), junto a Mario del Olmo (guitarra) y Pancho (batería), formaban el grupo Tickets, pero debido a problemas burocráticos pasaron a llamarse Asfalto. En la primavera del 74 deciden separarase, pero José Luis se resiste a abandonar y junto a Julio Castejón (guitarra) y Enrique Cajide (batería), que tocaban en Hándicap, retoman el pulso al grupo. Un año más tarde llegó Lele Laína (guitarrista) y en el 77 firmaron su primer disco que, a su vez, fue el estreno del sello Chapa. Un año después, cuando la cosa parecía ir viento en popa, José L. y Lele deciden formar Topo y, a pesar de todo, Castejón continúa e incorpora Jorge Gª Banegas (teclado) y Guni (bajo). Tras la edición de tres discos más (Al otro lado -78-, Ahora -79- y Déjalo así -81-), Miguel Oñate (voz) entra a formar parte de la familia dotando de un aporte sustancial al grupo y dejándonos dos auténticas joyas: Más que una intención (83) y Cronophobia (84), para un año después ceder el puesto a Richi, quien grabó Corredor de fondo (86) pero corrió peor fortuna y nunca más se supo… Todo esto forma parte de la historia de uno de los grupos punteros de lo que se denominó Rock Urbano y, aunque a día de hoy poco de eso queda, todavía tienen historias que contar y momentos por vivir. Tras una docena de discos y algo más de tres décadas, todavía Asfalto no había registrado un disco en directo, y ya iba siendo hora.
Así pues, junto a los músicos de Los Trípodes y Arihan, con los que Julio estuvo trabajando en un pasado no muy lejano, eligieron un moderno teatro en Rivas Vaciamadrid para el evento y se pusieron manos a la obra con una de las canciones más largas del repertorio, doce minutos de ‘Utopía suite’, precedida por una introducción con flauta y violín incluidos. Julio, al piano, pide palmas al respetable para que la cosa quede bonita en el DVD que están grabando. Continúan con ‘La paz es verde’ y un canto a la felicidad: ‘Más que una intención’, donde las tesituras vocales de Raúl González nos siguen recordando mucho a Oñate. Un homenaje a esas víctimas injustas a considerar en ‘Vidas paralelas’, con especial llamamiento del Sr. Santana con la guitarra, para proseguir con ‘Desaparecido’, cantada por Santana y la sombra de Oñate permanente en nuestro subconsciente. Turno de ‘El hijo de Lindbergh’ con Julio cantando al piano y erizándonos el vello. Una dedicatoria a esas mujeres generosas con ‘Nunca está de más’ y Las Supremas de Móstoles hacen los coros aportando el punto cañí con sus abanicos de colores y coreando también en ‘Nada, nadie, nunca’. (Que nadie se sorprenda pues en los ochenta las componentes de Las Supremas ya hacían coros a J. Carlos Molina con Ñu.) Además aquí se contó con una sección de metales de apoyo. Para interpretar ‘El viejo’ contaron con la colaboración de un viejo colega: Jorge Gª Banegas a los teclados, y para lanzar un canto por la paz, la no violencia y por un mundo mejor, en ‘Gente como tú’ se rodearon de un coro de doce jóvenes mientras el señor Castejón atacaba con la española y nos incitaba a cogernos todos de la mano a la vez que coreábamos los estribillos. Hubo, cómo no, una sorpresa: estrenaron un tema nuevo, ‘Luz del atardecer’, y dejaron para la parte final los clásicos que todos esperábamos: ‘Días de escuela’, tocando la fibra más sensible, cantada al unísono por todo el recinto; ‘Búfalo Vil’ y ‘Es nuestro momento’, todas maravillosamente interpretadas con el apoyo de la sección de metales. En el apartado de los bises no podía faltar el galope de ‘Rocinante’ dándole un toque más Folk y con la participación de Ernesto al violín; ‘Lo que el viento no se llevó’, con la que llenaron el escenario de colegas músicos para crear un coro importante (Jorge Salán, Natalia y Peri –Mago de Oz, Vito –Sínkope, Óscar –Lujuria, Javier Mira –Punto de Mira, Carlos –Casablanca, Las Supremas y algunos más). ‘Capitán Trueno’ y ‘Ser urbano’ terminaron un concierto de algo más de dos horas exento de efectos pero en el que demostraron que siguen siendo efectivos, y es que ya se sabe que cualquier tiempo pasado… fue anterior.
Juan C. Velasco
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