Madrid – Ritmo & Compás – 22.01.09
Fue una noche dura, pero que nadie se asuste, me refiero al estilo musical.
InnTrance es un cuarteto madrileño en el que forman Dani Fernández al bajo (ex Dark Moor) y el cantante Kiko Hagall (ex Beethoven R). Ambos han desterrado en este proyecto lo Power, en el primer caso, y lo Hard, en el segundo. Pero, ¡qué paradoja!, lo que hacen es poderoso y es duro. Ya, pero esto es… ¿Thrash Metal, Nuevo Metal? No sé, me cuesta clasificarlo; lo sencillo es afirmar que pocos grupos parecidos encontrarás en España. Hay que mirar lejos y acordarse de Pantera, Slipknot o Korn. Sin duda, un grupo original dentro de nuestras fronteras. Es un piropo merecido. Rompieron el molde con ‘Secret alibi’ –tema que apareció en su EP de debut, Religion, se repite en la nueva obra, The basis of Trancetherapy, y del que han grabado un videoclip-. ‘Religion’ siguió repartiendo balazos (‘Bullets’) y Kiko nos mantuvo con la boca abierta desplegando unas facultades asombrosas mientras combinaba voces guturales con líneas líricas de alto standing. ¡Y sin efectos, todo de garganta natural! Asombroso. La fortaleza de la banda, que lanzará en mayo su primera obra completa con una discográfica alemana, quedó más que reivindicada en un cierre de altura con ‘Own strength’ y ‘Refuse/ resist’ de Sepultura. Hay futuro y creo que más internacional que local. Ya os sabéis el cuento del tonto españolito que flipa con lo lejano y no se asoma a la ventana de al lado.
Los blandos oídos del que se fue criando con Kiss, Crüe, Poison… tenían que recibir ahora otra descarga descomunal: la de uno de los mejores grupos de Death Metal melódico del país; al menos yo no he escuchado hasta hoy un disco español en este estilo mejor hecho que Anatómicamente imperfecto. Dulcamara tenía pendiente presentarlo en la capital y lo hizo de modo brillante. Lo lleva a cabo en castellano para no perder el tono de originalidad del buen cartel de esta sesión. Los de Toledo tenían más añadidos al show de esta noche: La presentación del nuevo guitarrista Rafael Del Olmo, que salió airoso del brete, y varios invitados que sucesivamente fueron subiéndose a las tablas, entre los que reconocí a Berse de Rhesus. ‘Pedazos’ y ‘Anatómicamente imperfecto’ empezaron a caldear a los presentes. La temperatura subía mientras la banda regalaba equitativamente agresividad y melodía, labor en la que hay que destacar (al igual que al predecesor en el escenario, Hagall, pero de otro modo) al frontman César Arroyo. Jugando con los títulos, el ‘Descenso’ del ‘Mesías’ dio lugar a ‘Un nuevo amanecer’ que ojalá sea el comienzo de una rampa gloriosa para Dulcamara, se la merece. Arremeten con una versión –creo- de Rammstein (es lo que tiene ser sólo un periodista de Rock, no un enciclopedia musical) y más temas como ‘Territorio comanche’ y ‘Engranaje de carne’ galopan por todos los rincones de la sala y nos derrocan a base de notas agresivas para llegar, tras el bis, al final de un buen concierto.
Jon Marin
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